Cómo usar la IA en las oposiciones al Banco de España. Cómo usar la IA de forma adecuada al estudiar y al trabajar: mi experiencia y buenas prácticas.
Por el Equipo docente de BEC
Introducción
La inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente la forma en que aprendemos y trabajamos. Lo vemos en la docencia, en la programación, en la investigación y en casi cualquier entorno profesional. Pero su verdadero valor no está en reemplazar el conocimiento humano, sino en potenciarlo.
Esta entrada no pretende dar una lección técnica, sino compartir una reflexión práctica sobre cómo usar la IA de manera adecuada: aprovechando su enorme capacidad de ayuda, sin perder la profundidad del aprendizaje ni la autonomía intelectual.
Mi experiencia personal: de programar a mano a trabajar con IA
Cuando aprendí a programar con R y Python, no existía ninguna herramienta de IA generativa. Todo se resolvía a base de prueba y error, revisando documentación, preguntando en foros y depurando errores línea a línea. Era un proceso lento, pero también tremendamente formativo: obligaba a entender qué hacía cada línea de código, por qué fallaba, y cómo mejorarlo.
Hoy, sin embargo, mi forma de trabajar ha cambiado.
Ya no escribo todo desde cero ni reutilizo scripts antiguos. En lugar de eso, le pido a la IA que genere un primer borrador de código, que después adapto, limpio y optimizo. Esto me hace mucho más eficiente: ahorro tiempo en la redacción y puedo concentrarme en la lógica y el análisis.
Pero —y aquí está la clave— si no hubiera aprendido antes a programar, no podría evaluar si el código generado es correcto, seguro o útil. Tampoco sabría formular buenos prompts (instrucciones) ni interpretar el resultado. La IA amplifica lo que ya sabes, pero no sustituye el proceso de aprendizaje que te permite entender, diagnosticar y decidir.
Lo mismo sucede con el estudio
Aprender es un camino que combina comprensión, memoria, frustración y constancia. La IA no puede sustituir ese proceso.
Lo que sí puede hacer es ayudarte a estudiar mejor:
- Organizar tu planificación semanal o mensual.
- Resumir textos extensos o leyes complejas.
- Elaborar esquemas y mapas conceptuales.
- Generar preguntas tipo test o supuestos prácticos.
- Crear ejemplos numéricos alternativos para practicar.
- Explicarte un concepto con palabras más sencillas o con analogías.
En resumen, la IA te permite ser más eficiente, pero el aprendizaje profundo —el que te convierte en alguien realmente competente— sigue dependiendo de ti.
Qué puede hacer la IA (y qué no debe hacer)
Puede:
- Aumentar tu productividad y creatividad.
- Servir de apoyo para repasar o preparar materiales.
- Ayudar a detectar errores o inconsistencias.
- Inspirarte con nuevas formas de enfocar un problema.
No debe:
- Sustituir tu razonamiento.
- Eliminar el esfuerzo de entender.
- Convertirse en una muleta permanente.
- Hacerte perder sentido crítico.
Un uso maduro de la IA consiste en saber cuándo apoyarte en ella y cuándo volver al trabajo manual, al análisis o a la reflexión personal.
Buenas prácticas para usar la IA de forma responsable
- Empieza con la base. No uses IA para tareas que todavía no entiendes: primero aprende los fundamentos.
- Formula buenos prompts. Sé claro, da contexto y objetivos concretos.
Ejemplo: “Genera un script en Python que lea un CSV, agrupe por columna ‘sector’ y calcule la media de ‘beneficio’, mostrando el resultado en un gráfico de barras con ejes etiquetados.”
- Comprueba siempre el resultado. El código (o el texto) que genera la IA no es necesariamente correcto. Revísalo, adáptalo y valida su coherencia.
- Usa la IA como apoyo, no como sustituto. Después de estudiar un tema, pídele que te haga preguntas o ejemplos, pero no le pidas “estudiar por ti”.
- Sé crítico. Pregúntate por qué la IA propone una solución concreta. ¿Es la mejor? ¿Qué supuestos hace?
- Evita la dependencia. No recurras a la IA para cada tarea; reserva su uso para acelerar, no para reemplazar.
- Aprovecha el aprendizaje activo. En programación, economía o contabilidad, el error propio es insustituible: equivócate, revisa, vuelve a intentarlo.
- Protege tu privacidad y tus datos. No subas información sensible ni exámenes oficiales.
- Integra la IA en procesos de verificación. En tu trabajo, comprueba el resultado final con herramientas de control o revisión de pares.
- Evalúa el impacto. Reflexiona: ¿la IA te está ayudando a aprender más o solo a terminar antes?
Evidencia empírica: lo que dicen los estudios
La investigación reciente respalda esta visión equilibrada.
Algunos hallazgos relevantes:
- Los desarrolladores que usan asistentes de IA como copilots o chatbots de código mejoran su productividad entre un 20 % y 50 %, según Forte Group.
- Sin embargo, la eficiencia depende del contexto: en tareas complejas la mejora real ronda el 10–15 %, según ThoughtWorks.
- En educación, un estudio reciente muestra que el uso guiado de IA mejora la velocidad de aprendizaje en entornos online en torno a un 27 % (arxiv.org/2403.14642).
- No obstante, otro análisis advierte que sin mediación pedagógica la IA puede fomentar aprendizaje superficial o pasivo (arxiv.org/2412.12116).
- Además, revisiones sobre IA educativa destacan su potencial para reducir estrés y personalizar la enseñanza, pero también los riesgos de dependencia y menor interacción humana (pmc.ncbi.nlm.nih.gov/PMC11830699).
La conclusión es clara: la IA sí mejora el rendimiento, pero solo cuando se usa como apoyo a un proceso de aprendizaje estructurado, con conocimiento previo y supervisión.
La IA en el Campus BEC
En BEC entendemos la IA como una herramienta de apoyo inteligente al estudio, nunca como un sustituto del aprendizaje real.
Por eso hemos integrado varias funcionalidades diseñadas específicamente para nuestros alumnos:
Asistente de Contabilidad con IA
Disponible dentro del campus virtual, este asistente permite a los estudiantes plantear dudas sobre asientos, balances, operaciones financieras o normativa contable.
Está entrenado con el temario oficial, ejemplos prácticos y las guías docentes de BEC, por lo que ofrece explicaciones adaptadas al nivel de cada opositor.
Además, reconoce el contexto del ejercicio: puedes copiar el enunciado de un supuesto y el asistente te guiará paso a paso, explicando la lógica contable detrás de cada asiento.
Transcripciones inteligentes de vídeo
Todas las clases grabadas en el campus incorporan transcripción automática con IA.
Esto permite:
- Buscar directamente dentro del texto de la clase (por palabra clave o concepto).
- Generar un resumen o esquema de los puntos principales.
- Convertir las explicaciones del profesor en texto descargable para repasar offline.
Estas herramientas no sustituyen al estudio ni al docente, pero hacen el aprendizaje más accesible, flexible y eficiente, alineado con nuestra filosofía: combinar rigor humano con tecnología útil.
Reflexión final
La IA no nos hace más sabios por sí sola.
Nos hace más eficientes cuando ya tenemos una base sólida, y más peligrosamente confiados cuando no la tenemos.
La diferencia no está en la herramienta, sino en el usuario.
Como en la programación: sin haber pasado por el esfuerzo de entender, depurar y equivocarse, no sabríamos distinguir un código brillante de uno peligroso.
Lo mismo ocurre con el estudio y con cualquier disciplina: la IA puede ayudarte a volar más alto, pero primero tienes que aprender a caminar.
En BEC lo tenemos claro: el futuro de la preparación de oposiciones y de la formación técnica será híbrido — conocimiento humano + inteligencia artificial, cada uno en su papel.
Para reflexionar
- ¿Usas la IA para aprender más o solo para hacer las cosas más rápido?
- ¿Qué podrías reforzar para aprovecharla mejor sin perder tu autonomía?
- ¿Qué parte del aprendizaje no deberías delegar nunca?
¿Quieres probar las herramientas de IA de nuestro campus?
👉 Accede a tu área de alumno en BEC y descubre cómo integrar la IA en tu preparación de forma inteligente y responsable.